Los mexicanos aún podemos confiar en que algunos miembros del Poder Judicial de la Federación, como el juez de control Ganther Alejandro Villar Ceballos, del Reclusorio Sur, son capaces de soportar la presión del poder del Estado y cerrar oídos a las consignas.
La familia de Javier Coello Zuarth recuperó la felicidad y comprobó lo que ya se sabía, que el hijo de Javier Coello Trejo es abogado incapaz de fabricar culpables para ganar sus casos. Y que Emilio Lozoya Austin seguirá teniendo a los mejores abogados de México, mientras él así lo decida, y no a otros, como y cuando lo quiera la Fiscalía General de la República.
El juez de control Ganther Alejandro Villar Ceballos, en el Reclusorio Sur, resolvió no vincular a proceso al abogado Javier Coello Zuarth, como lo exigía la Fiscalía General de la República, por supuesta alteración, en un caso de divorcio, de documentos oficiales y evidencias periciales en complicidad con agentes del Ministerio Público de la Federación, entre ellos el encargado de la Unidad Antisecuestros de la SEIDO, Gualberto Ramírez Gutiérrez, quienes sí fueron vinculados.
Los agentes del Ministerio Público Federal que sí fueron vinculados están en libertad, pero el juez les pidió sus pasaportes, deben acudir cada 8 días a firmar a su juzgado y no pueden acercarse a su centro de trabajo, la FGR.
En cada una de las 4 largas audiencias el Juez Villar Ceballos (la primera duró 18 horas y las otras tres unas 13 horas, en promedio, puso en su lugar a los representantes del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero.
Ordenó estricta privacidad y, para que las audiencias se desarrollaran sin presencia de la prensa o de personas ajenas a una causa en la que, además de la libertad del hijo de Javier Coello Trejo, estaba en juego uno de los derechos inalienables de los mexicanos: Que un inculpado pueda ser defendido por el abogado que él decida, sin que éste tenga que soportar la presión del poder del Estado, en este caso de la FGR.
Como se sabe, el Despacho Jurídico Coello Trejo y Asociados defiende al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin; a partir de ello es dable suponer que la embestida contra Coello Zuarth hecha añicos por el nuevo juez de control del Reclusorio Sur tuvo la intención de “convencerlo”, y no por las buenas, de abandonar a su cliente.
Para fortuna de Coello Zuarth y de su familia, de su defendido, Emilio Lozoya, y de todos los mexicanos, quedó demostrado que aún es posible confiar en jueces de control que no se dejan influenciar en sus decisiones, muy a pesar que sobre ellos se ejerza todo el poder del Estado.